jueves, 14 de octubre de 2010

Y por eso son adorables

Me encantan las anécdotas de la infancia, siempre fue asi. Me recuerdo a mi misma preguntando a todo mundo "¿cómo eras cuando eras chiquito?", seguro todos pensaban que que lata. Estas historias por un lado muestran la inocencia de los pequeñitos, pero por otro muestran sus diferentes temperamentos. Ya ven que dicen que genio y figura hasta la sepultura. Pues en estas historias, en las que conozco a los chiquitos ya de adultos, les puedo decir que no han cambiado mucho, desde ese entonces se notaban cosas que aun existen en ellos. Y bueno, les dejo de tarea adivinar cual de estas anécdotas pertenece a mi propio pasado. Por cierto, a los que me contaron algunas de ellas mil gracias.


Están una pequeña y su tía charlando. Tras un largo y aparentemente interminable interrogatorio, la tía de la pequeña, le pregunta, ya cansada e intentando terminar con las preguntas. "¿Porqué preguntas tanto?" A lo que la pequeña responde "Si no pregunto, ¿cómo voy a aprender?"






Un pequeño se acerca a su papá y abriendo sus manitas al acercarlas a la cara de su papá dice "memete", las aleja cerrándolas y las vuelve a acercar abriéndolas y repite "memete" y asi lo hace unas cuatro o cinco veces mas. Hasta que el papá comprende que lo intenta hipnotizar y cierra los ojos como si lo hubiera logrado. En el momento que el pequeño cree haber logrado su cometido dice "haz mi tadea"


En un elevador se encuentran una señora con su pequeña. El elevador se detiene y entra otra señora. Al poco rato la pequeña jala la falda de su mamá y dice "mamá, popo". La señora apenada le pregunta a la chiquilla que como es que se hizo a lo que ella responde señalando a la señora que tiene justo enfrente "yo no, ella"


Un viernes de quincena en la interminable cola de un banco, por el cansancio, el aburrimiento o por cualquier otro motivo, una pequeña estaba sumamente inquieta. Las personas que estaban cerca lanzaban miradas de desesperación a su madre. Ella tratando de complacerlos le dice a su hija "Si no te portas bien no te voy a comprar tu paleta" La respuesta de la niña, no dilató "Si no me compras mi paleta, yo le digo a mi abuelita que tu le chupas la cola a mi papá, y yo los vi"


Tras observar varias noches la intermitente luz del faro de la Roqueta, una pequeña observa el cielo desde los brazos de su papá. Señala un planeta y pregunta "Papá, ¿porqué esa no fara?"


Un pequeño explica a su tía, "Mi mamá me tejió un suéter verde porque soy mas güerito y uno rojo a mi hermanito porque es mas azul"


Una señora se va a bañar y para tener a su pequeño cerca y poderlo cuidar lo mete al baño con ella. Cuando ella se quita la ropa el niño la voltea a ver y le dice "Ay mami, quítate eso que está ododoso"


Cuando una pequeña pregunta a su madre como nació, ésta le muestra la cicatriz de la cirugía cesárea que le practicaron y le explica que el doctor la operó para sacarla de su panza. A la mañana siguiente al entrar a la escuela la pequeña voltea a ver a su madre y le dice "Mamá, enséñale al poli el agüjerito por donde nací"


Toda una familia comenta sobre la vez que estuvieron en Disneylandia y la mas pequeña asiente y comenta una y otra vez como si ella hubiera presenciado todo. Cuando le explican que ella todavía no había nacido cuando todo eso sucedió ella responde. "Pero yo estuve ahi y lo vi todo, estaba en la panza de mi mami asomada por un pequeño agüjerito"


Un niño llega corriendo con su mamá y le dice "Mami, adivina que soñé" La mamá tras varios intentos se da por vencida y le dice al niño que le diga que soñó. El pequeño responde "No mami, adivina que soñé, porque a mi ya se me olvidó"


Un niño, ya cansado de caminar por las calles de Europa, se va quejando. Su mamá para animarlo señala el empedrado de la calle por la que transitan y le dice "Hijo, estas piedras tienen miles de años" A lo que el pequeño responde "Ay ma, todas las piedras tienen miles de años"


A un pequeñito que está aprendiendo a sumar le preguntan "¿Cuánto es 6+4?" A lo que responde como adivinando "¿8?" ante la respuesta negativa de su interlocutor intenta de nuevo "¿9?" una vez mas "¿11?" El adulto pregunta entonces " ¿y porqué no dijiste 10?" A lo que el pequeño responde "Porque yo me acuerdo que 5+5 son 10"


Al llegar a la mesa, un pequeño pregunta "Mami ¿qué vamos a desayunar?" A lo que la madre responde "Huevos con ejotes, hijo" Cuando le sirven el desayuno el niño observa sus huevos con desilusión y pregunta "¿Y los conejotes?"


Durante el desayuno una pequeñita se baja de la silla y se va caminando. Su madre angustiada porque no había terminado le dice "Monito, ¿a dónde vas?" Y la pequeña responde sin parar de caminar "Voy a dar una vuelta para que todo se me baje a los dedos y me quepa mas"


Bueno les dejo un pilón para que acaben de enternecerse. Y por supuesto que si tienen mas historias ya saben que son totalmente bienvenidas.


PD Tienen que ver la foto de la adorable Andone que en Las Estacas se aventó desde la plataforma de tres metros directo al borbollón. Fue la primera del grupo en hacerlo, no lo pensó dos veces, tomó vuelo y a volar. Y no lo hizo una sino cinco veces. Cuando tenga hijos quiero una nena asi, está padrísima. (Foto cortesía de Steffie Gómez Counahan)

Administración de sentimientos

En estos momentos me siento confundida, tengo muchos sentimientos encontrados. Estoy como en un torbellino de sensaciones que me están volviendo loca, y me doy cuenta de que esos son los momentos mas difíciles. Pero ¿porqué es asi? La verdad es que "yo no lo sé de cierto" como diría Sabines, pero supongo que el problema está mas allá de esos momentos, el problema está en la valoración general. Creo que hay que darle la vuelta a algún pensamiento mas profundo que rige todo esto y lleva a un momento de estancamiento. Voy a intentar un análisis y ver si eso logra mover cosas por aquí adentro o al menos formar una idea que se vuelva germen de cambio.

Empecemos por ver que todo el asunto tiene que ver con sentimientos, como los manejo y como determinan mi estado de ánimo y muchas otras cosas en mi día, hora, mes, semana, etc. Ahora, en mí, como funciona esto. Hay un evento, eso me provoca un sentimiento y mi reacción ante este sentimiento es modificar mi estado de ánimo general para que sea congruente con lo que siento. Eso parece funcionar, es congruente y fácil de hacer. Pero... 

Por un lado, cuando los sentimientos no son muy positivos, me llevan a salir por el otro lado. ¿qué es eso? Me llevan a buscar tocar fondo, a cavar mas profundo y mas profundo para salir por allá. Y bueno, si eso es lo que necesito para salir, está bien o ¿no? La verdad es que ya no estoy tan segura, dice Landrú "Cuando se encuentre en un callejón sin salida, no sea idiota, salga por donde entró" y quizá sería lo mas sensato, porque el andar cavando toma tiempo y durante ese tiempo dejo de hacer muchas cosas, estoy sumida en mi drama y se me olvida que tengo mucho que hacer y lo dejo para cuando salga y no creo que sea lo mas apropiado, o al menos lo mas práctico.

Por otro lado, este sistema choca cuando los sentimientos son dispares, como en estos momentos. Es cuando se deja venir la confusión y los problemas de angustia y desasosiego. El problema de claridad no se encuentra en la valoración del evento y el sentimiento que provoca, eso me queda, normalmente, muy claro. El problema se encuentra en lo que hago con ese sentimiento y en este caso con esos sentimientos. Y no es mas que lógico, si en el sistema, el sentimiento provoca el estado de ánimo y las actitudes, y hay mas de un sentimiento, ¿a cuál le hace caso uno? Resultado corto circuito.

Ahora, ¿qué se puede hacer con este par de peros? ¿qué se puede modificar en el proceso para evitar estos trágicos desenlaces?

Lo primero es detectar en donde se vuelve problemático el sistema. En este caso creo que lo que lleva a los conflictos es el pasar de un sentimiento a modificar estados de ánimo, actitudes, actividades, etc. Por lo que creo que lo mejor es modificar ese punto. Pero ¿cómo? Se me ocurre usar un filtro, pero va a tener que ser bastante complejo, uno que no sólo deje o no pasar las cosas. Se requiere de un filtro que distinga entre diversas situaciones y sentimientos y después tenga la capacidad de valorarlos, separarlos, procesarlos y enviarlos a donde pertenecen. Creo que lo único que conozco que tiene todas esas capacidades es el cerebro, asi es que ese es el filtro. Ahora, el cerebro tiene esas y muchas otras capacidades, asi es que en este caso habrá que mostrarle lo que tiene que hacer. Los sentimientos son señales de alerta, son útiles, y nos permiten darnos cuenta de cosas. Creo que por ahi va el asunto del filtro, antes de dejar que mi mundo se ponga de cabeza, entiendo y resuelvo lo que siento. Claro es menos automático y rápido pero evita que mas adelante se atasque y cause problemas mayores.

Creo que no es tan mala la idea del filtro, resuelve el que no tome actitudes destructivas o dilatorias, y a la vez evita los cortos circuitos porque no tienes que tener estados de animo opuestos a la vez, cosa imposible, por supuesto. Bueno pues ahora habrá que hacerle un 'diagrama de flujo' al cerebro para que sepa que hacer y no se pasme, jaja Y como yo pongo las reglas puedo dejar que los sentimientos felices pasen directamente por el tamiz. Buena idea ¿no?

domingo, 10 de octubre de 2010

Vampiros

Siempre me han parecido creaturas sumamente interesantes. Lo primero que hay que entender es que vienen de una estructura muy particular. Vienen de la estructura del pensamiento católico, en la cual existen las fuerzas del bien y las fuerzas del mal que se encuentran en constante lucha. Una lucha por apoderarse de las almas de los seres humanos, el bien tratando de salvarlas y el mal evitándolo a toda costa. Es en esta estructura de pensamiento que surgen una serie de creaturas que ayudan a unos o a otros. Bien, pues esta misma estructura es la que le da un escenario a nuestras creaturas. No es mera coincidencia que cuando pensamos en un vampiro, imaginamos una creatura del pasado y no de cualquier pasado, vienen de un pasado medieval, gótico para ser exactos. Y ¿no es esta una de las épocas mas fuertes de la Iglesia Católica? Claro y es cuando esta lucha debe ser compensada. Si el "bien" tiene en esos momentos tanto poder, el "mal" debe hacer algo y es a partir de la soberbia del ser humano, aquello que ya probó en diversas ocasiones que funciona, que "El Maligno" lo toma preso y lo vuelve su esclavo, su mensajero, su verdugo. 

Pero ¿qué es en realidad un vampiro? Un vampiro es una persona que cedió su alma y por lo tanto el resto de su existencia, por temor a morir, por vanidad, por soberbia. ¿El precio? Viene implícito, un cuerpo que ya ha muerto pero permanece alimentándose de la vida de otros, de su sangre, porque por si mismo ya no tiene la capacidad de generarse la vida. Una esclavitud eterna, la dependencia, la voracidad. En el intercambio se afina su capacidad de seducción, y se agudiza su capacidad de detectar las debilidades. Estas son sus armas mas poderosas, sabe por donde atacar y lo hace sin piedad. Una vez mas en el imaginario colectivo, un vampiro aparece como un personaje misterioso que se encuentra en las fiestas, en los bailes, en donde el ser humano se muestra en sus vicios, en sus debilidades, se pone vulnerable. Se presenta como alguien que puede ofrecer todo aquello que desean, aparentemente es interesante, acaudalado, seguro, exquisito y otras tantas características atractivas. Esta misma imagen lo coloca como una creatura nocturna, y una vez más, ligada al origen del personaje, la luz como símbolo del bien, tiene la capacidad de destruirlo. Es, como la mayoría de los depredadores, nocturno, ya que entre las sombras es más fácil esconderse, es más fácil sorprender y engañar. El vampiro es el más digno representante del mal. Es el seductor, un ser que muestra una cara misteriosa, sensual y deseable, cautiva a su presa y cuando finalmente la tiene segura, la traiciona, le quita la vida. Es la materialización de la tentación, aquello que en apariencia nos otorgará todo lo que buscamos, pero es una trampa y al final nos lo quita todo.

¿Seres de ficción? Puede ser, pero ¿acaso no los hemos conocido? ¿no hemos caído en su trampa? ¿no nos han hecho pedazos?

Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia. 

Homo Erus

No debería ser necesario aclarar pero como dice Gonzalo Rojas sobre el silencio, hay que explicarlo y hay que aclararlo... No quiero que nadie se ofenda, porque no hablo de nadie en especial, es tan sólo una sensación general y mi necesidad de decir que me siento sola, a veces. Aunque lo más probable es que esta aclaración no era necesaria ya que todos aquellos que tienen acceso al blog son especiales para mí y probablemente sea por pertenecer a mi misma especie. Pues bien, me quedé con ganas de decir...

Creo que se acerca la extinción del Homo sapiens, será desplazado por el nuevo y ya existente Homo erus. Pero ¿quién es este Homo erus? Asi como el Homo sapiens es el hombre sabio, el Homo erus es el hombre propietario. Si señores, la clave es la evolución, la supervivencia del más apto. Hoy en día, que se privilegian por encima del conocimiento, las posesiones materiales, el más apto no es aquel que hace, entiende, conoce, crea, piensa, inventa y se inventa a sí mismo. No, el más apto es el que más posee. "Suerte te dé Dios, que el saber poco te importe" Ciertamente, este proceso evolutivo ya tiene tiempo sucediendo, de hecho creo que va acercándose a su fin. Y es que ¿no son ahora los raros aquellos que les interesa aprender? ¿no son los raros aquellos que saben más? Efectivamente, siempre el conocimiento ha sido posesión y privilegio de unos cuantos, pero esos pocos eran los que se encontraban en el poder. El conocimiento se encontraba en la nobleza y en los miembros de la iglesia, en suma, en el poder. Ahora sigue siendo un grupo pequeño, pero sin poder, sin voz, los intelectuales, los curiosos, los raros, los locos, los bohemios. 

Por un lado, el poder del conocimiento se ha ido aplastando por desprestigio. Por desgracia, no sólo ha sido el desprestigio de lo diferente, sino que un grupo de impostores se han dedicado a tomar en sus manos los espacios que no les pertenecen, a auto-nombrarse intelectuales y hacer de la generación de cultura una burla. Pseudointelectuales, falsos profetas, que toman los lugares que cuelgan de la burocracia cultural hasta dejar fuera a aquellos que realmente aportan, utilizando los recursos para hacer una mofa del arte y la cultura. 

Por otro lado, se le ha encarcelado en una torre en medio del bosque como a Rapunzel. La ciencia, aquella joven, a quien no le falta lo indispensable, mas no puede ser en plenitud, encerrada, oculta, sola. Los científicos encerrados en sus laboratorios, con el mínimo de presupuesto para que intenten aquello para lo que la acelerada sociedad no tiene tiempo de esperar, si acaso se enterara de su existencia. El gran favor de dejarlos existir pero allá donde no estorben, donde no molesten, donde no nos hagan pensar.

El fenómeno se puede observar hasta en las escuelas, en donde aquel niño que lee, estudia, asiste a museos o conciertos y aprende con alegría es el que se separa del resto, el que come solo en el recreo, por tener una conversación que va más allá del juguete más nuevo, de la marca de ropa más cotizada, del juego de video más jugado o del programa de TV más visto. En donde los maestros temen a los padres y evalúan por ello y no por el conocimiento que los niños adquieran. En donde las notas lo son todo y el aprendizaje se ha olvidado. En donde el negocio se ha puesto por encima de el amor por el conocimiento. En donde se rompe la línea que continúa y permite que las ideas crezcan, se enriquezcan.

Eso no es todo, tal parece que aquellos que sí se interesan por el saber, el entender, el generar y el pensar, por decisión propia, por circunstancia o por intolerancia del resto han dejado de reproducirse. Sí, aquellos que podrían mantener al Homo sapiens sobre la faz de la Tierra están desertando. ¿No? Muchos de los hombres más inteligentes o son gay o, por el funcionamiento de su cerebro, han decidido dedicarse a su oficio, cual monjes del arte, la filosofía o la ciencia. Y las mujeres inteligentes y capaces son insoportables para el resto de los hombres y acaban solas. "Mujer que sabe latín, ni encuentra marido ni tiene buen fin" 

Es alarmante, si la población con IQ elevado e interés por el conocimiento y la cultura es pequeña y ya no se está reproduciendo, no habrá nadie que pase esos genes o enseñe ese amor, esa curiosidad y ese interés a las nuevas generaciones. Quedando así los que no saben pero tienen, el Homo erus, el más apto para el mundo de hoy en día. Un mundo configurado de tal forma que lo último en desaparecer en una crisis es la publicidad, las ventas y el entretenimiento. Un mundo en el que no hay dinero para el arte, los libros, la salud, la ciencia y el conocimiento, pero hay suficiente para pagar anuncios de millones o para hacer un mundial. No se confundan, no estoy diciendo que el poseer bienes materiales sea algo malo, perverso o terrible, simplemente creo que el problema es cuando es lo único que se posee, cuando depositamos todo nuestro valor, todo lo que somos en lo que tenemos. Si tenemos la ventaja de poseer bienes materiales y los ponemos al servicio de nuestro crecimiento personal, de nuestro aprendizaje y de nuestra capacidad de generar algo más, estamos usándolos para lo que son, objetos que nos sirven no que nos hacen. Habrá que recordar que el propietario puede llegar a ser un poseído. Asi es, si los objetos no te sirven acaban por servirse de ti, si vives para tener, estas viviendo para tus posesiones, o para tus aspiraciones y no para ti. 

El Homo erus ha perdido la necesidad de trascendencia por obsoleta. Ya no importa más construir algo para futuras generaciones, lo importante es dejar un patrimonio, una herencia material. El Homo erus ha perdido la curiosidad y la capacidad de asombro, las ha sustituido por la prisa y la practicidad. Las cosas son como son y no hay porque cuestionarlas, entenderlas o apreciarlas, simplemente son y ya, nos sirven o no en nuestro intento por tener. Detenerse a entender, a averiguar, a admirar es totalmente inútil, es perder el tiempo. El Homo erus cree hacer las cosas para sí, sin embargo, se ha insertado en el sistema tan profundamente que no se distingue fácilmente del resto de la colonia, está tan preocupado por acumular, conseguir y tener que no se ha tomado el tiempo de construirse a sí mismo, de verse, de entenderse. No sabe cual es su postura, se adhiere a una corriente o a otra sin cuestionar gran cosa. No tiene tiempo para construir una opinión personal, espera a aquella que le traiga el mayor beneficio. El mayor problema es que el Homo erus es como las abejas africanas acaba con las otras especies para sobrevivir.

Salvemos al Homo sapiens!

miércoles, 6 de octubre de 2010

De manzanas, estrellas y sirenas

Lo irónico es que siempre anhelamos ser lo que ya somos. Es hasta que nos damos cuenta de este hecho que podemos aprovecharlo y ser felices.

Recuerdo que en la secundaria fue un hombre (cuyo nombre, profesión y demás datos irrelevantes no recuerdo), a dar una charla sobre sabe Dios que cosa. Está uno puberto e insoportable, tanto que ni uno mismo se aguanta y por supuesto no pones atención a nada. El punto es que para llamar nuestra atención nos contó la historia de una manzana. Esta manzana tenía el deseo ardiente de llegar a las estrellas y por mas esfuerzos que hacía no lo lograba hasta que en uno de estos esfuerzos se cae del árbol y se parte a la mitad. Y aquí viene lo que hace tan memorable este evento, el hombre parte la manzana a la mitad, pero no de la manera habitual, la parte perpendicular a su eje, como por el Ecuador, si esta fuera la Tierra. Este simple cambio muestra la disposición de las semillas y oh sorpresa, la estrella ya se encuentra dentro de la manzana.

¿A que viene todo esto? Pues resulta que mi sueño desde pequeña era ser una sirena y releyendo el fragmento de Relatos desde el Fondo del Mar que anexé, me doy cuenta de que en realidad ya lo soy, y siempre lo fui. En el fondo lo sabía, sino porque lo habría escrito, es cierto, uno no puede escribir de lo que no conoce. Efectivamente, esa soy yo, atrapada entre dos mundos, en búsqueda constante, en encuentro constante, creado fantasías, sueños e ilusiones, relatando historias que nadie escucha, viviendo mi propio mundo. Pero la realidad es que vivir en este mar es maravilloso, lo tiene todo, siempre lo ha tenido y tengo la libertad absoluta de ir por donde yo elija. Efectivamente miles de cicatrices, pero como mi gran amigo Pepe decía son medallas de guerra, aprendizaje, y uno nunca sabe, quizá en el próximo barco se encuentre ese marinero que alcance a entender mi canto sin enloquecer.

Y si hasta Ringo puede ser un Big Star porque yo no. jaja

sábado, 2 de octubre de 2010

Relatos desde el Fondo del Mar


La Sirena

Por senderos submarinos te he buscado, mas entre las algas nadie comprende mi idioma, es inútil preguntar. Y la brisa se lleva mi voz, dejando a las aves sin saber que responder.

Habitando lo limítrofe de la superficie marina, ajena a los habitantes de ambos mundos, la sirena es soledad, es silencio, es búsqueda. Ser mítico condenado al aislamiento, por inexistencia. Ni propio, ni ajeno. Su idioma se parece al de los hombres pero su voz tiene un tono inalcanzable. Se dice que canta, sin embargo, de este canto sólo quedan balbuceos desde la locura o secretos guardados por unos labios que ya no son. Así ¿quién ha de corroborarlo? Constituida de la misma materia que los sueños, su inverosímil existencia la relega a los cuentos, mitos y todo aquello que tan sólo los niños creen. ¿Será que su destino es guardar para sí todo aquello que ha construido?

Desterrada se pasea sola en un país de ensoñación, vuela libre entre algas y corales, encontrando tesoros perdidos hace mucho tiempo y anhela encontrar a aquel que los perdió. Es sola, se ha inventado a sí misma, no hay más sirenas o al menos en sus recorridos no las ha encontrado nunca. Y aun así tiene la extraña necesidad de compartir con alguien toda la magia que la rodea. Se obstina en buscar en sus dos horizontes, mas los peces no saben besar, las aves la cubren de picotazos, y todo encuentro con el hombre ha terminado en pertinaces cicatrices. Y es que este último no comprende que ella es compañía, no posesión; imaginación, no desventura; imantación, no cohesión. Con esto, la sirena, curiosa ante las aproximaciones, se asoma, merodea entre los barcos, pero siempre a cautelosa distancia. Algo le dice que por ahí está la respuesta a sus plegarias. Han sido varias las ocasiones en que el enfrentamiento ha sido tan cruel que ha estado a punto de abandonar la empresa, pero algo la llama, le insiste. 

El Mar

Su casa, ese turquesa que se va profundizando y se prolonga aun más allá de donde alcanza la vista. Ante esa anchura se percibe la presencia de sus habitantes, que aunque distantes e invisibles por la misma lejanía tiñen toda el agua de sus múltiples colores. En el agua la suma de todos los colores siempre es azul, un azul que, como la luz, ciega a aquel que pretende internarse en el.

El mar es libertad, todas las direcciones posibles. Para sus habitantes cada momento es ramificación infinita, hay que saber hacia donde se quiere ir o se pierde uno en la decisión. Caminos recorridos, caminos inexplorados, caminos deseados, caminos olvidados. ¿Qué vida alcanza para recorrerlos todos? Tomar la decisión o perder el rumbo, el tiempo, la vida. Te quedas o te vas, recorres u observas. No hay tiempo para todo, pero puedes elegir de entre todo. Y siempre se ha de rectificar el camino, cada momento otra decisión, sigues, te regresas o cambias el rumbo. Desiertos infinitos de agua que hay que cruzar, remansos de algas o de coral. Nadie te impone el rumbo o el tiempo en que has de permanecer, así mismo nadie te ayuda a decidir. No sabrás si el camino es el correcto hasta conocer el lugar a donde te ha de llevar. En lo profundo la única guía es la fe. En el mar todos decidimos, nos aventuramos, nos arriesgamos, nos comprometemos, perseveramos, analizamos, corregimos, pero sobre todo creemos. Sólo así se sobrevive en este gran laberinto de agua, donde las paredes no existen pero el camino sólo es uno para cada quien. En ocasiones se escuchan los cantos de las ballenas gritando el secreto del mar, oculto en sonidos de embeleso pero el resto de los flotantes se lo guardan para sí.

El recorrido de todos los días, azul hacia todos los flancos y ese espejo líquido que le permitía juguetear y sentirse acompañada. A lo lejos la arena se acerca y con ella

magenta violetas                  magentas
          rosas amarillo
lilas lilas azules violetas
          azul amarillo blancos              verdes rosas
          azul amarillo blancos              verdes rosas
lilas lilas azules violetas
          rosas amarillo
magenta violetas                  magentas
ocres lilas violetas
      rosas    violetas
lilas ocre
          verdes naranja magenta
          ocres magenta
     azul    naranja
rojo      rosas
lilas
índigo ocres
púrpuras
          naranjas     castaños
          naranjas
rosas pardos
          violetas           verdes

Y atravesando el espejo, otro mundo, el viento, las aves, las sorpresas. 

viernes, 1 de octubre de 2010

El Ave Fenix o Explicación del Poema

Este Poema de Edna St. Vincent Millay, me ha acompañado cuando menos el último par de meses, va y viene a mi mente y no podía entender porque. Para mi es un poema que retoma la idea de la infancia truncada por un evento catastrófico, como la muerte de un padre. Pero ¿eso que tiene que ver conmigo, con lo que estoy pasando? ¿Porqué ahora? Supongo que la respuesta es el dolor de la pérdida, y la posibilidad que estoy encontrando en éste de crecer, madurar y tomar el control de mi vida. 

Siempre uno mismo busca algo de ayuda para crecer, para seguir caminando, algunas veces no entendemos porque pero ahi está. Es bueno hacer caso a aquello que tanto insiste, algo trae, algo quiere mostrar. Con el poema logro conectarme con ese dolor, y eso me ha ayudado a sentir y entender lo que pasa dentro de mi. Ese platicar con los muertos, con todo aquello que ya no es, comprenderlo y valorarlo, ese dialogo interno que me permite poner las cosas en su justo lugar. Ese hurgar para ver que se ha quedado sembrado en mi de tiempos pasados, recientes y distantes. Entender quien soy, porque y de donde. 

En estos momentos se sientan a mi mesa muertos nuevos, muertos viejos y vienen a recordarme quien soy, vienen a darme una mano para que siga por esta vida buscando, para que salga de la tierra a donde me fui buscándolos, antes de que el pasto me cubra. Me insisten, "es hora de escapar, es hora de partir, es hora de vivir." El dialogo es doloroso, tiene una brisa fría, una sensación de vacío, de muerte, pero es interesante y me ayuda a ver que no pertenezco aquí, que esto sólo es un momento en el que necesito entender, prepararme y salir de la casa tras tomar mi té frío.

Asi me siento en estos momentos, como el Ave Fenix, volteo hacia atrás y veo que una y otra vez, he vuelto. Como en el poema de Silvia Plath (lamentablemente ella quiso quedarse por allá y no volvió a seguir compartiendo con nosotros), Lady Lazarus, he recorrido esos senderos de la muerte una y otra vez y he vuelto a ser la misma pero diferente. Después de que el fuego me ha consumido ahora en forma de ceniza espero el momento justo, la señal para renacer. Me doy cuenta de que me gustan los comienzos, me gusta tener la oportunidad de tomar nuevos caminos, de volver a empezar. Claro, para que algo comience, algo mas tiene que terminar y duele, quema como el fuego y acaba por pulverizarte, por dejarte en estado de ceniza. Pero hay que saber que ahi no acaba todo, no es tan solo el fin del camino, sino que también es el principio de uno nuevo, el renacer de la mágica creatura, nueva pero con la experiencia a cuestas.