sábado, 13 de septiembre de 2014

De almas gemelas a corazones rotos

Las almas gemelas no existen. 
Si, ya sé, yo solita me pongo donde me lastiman. Si, ya sé, me lo advirtieron. Si, ya sé, entre más alto te subes es peor la caída.  Si, ya sé, mis príncipes azules siempre resultan ser sapos venenosos.  Si, ya sé, si das todo la gente te lastima.  Si, ya sé, yo misma lo dije, no hay remedio para un corazón roto. Si, ya sé, no es el fin del mundo.  Si, ya sé, ya encontraré a alguien más. 
Si, pero no, última ruptura, mi corazón ya no da más. Esta vez no me volveré a subir al caballo. De aquí en adelante, me voy a dedicar a cambiar al mundo. Todo apunta a que ese es mi destino. Y lo voy a seguir. 
He dejado todos mis anhelos, todos mis sueños, todos mis planes. Este sólo es uno más. Pero no pasa nada, tan sólo "somos adaptaciones temporales". Estamos para aprender a soltar, y el camino, aparentemente, es perderlo todo. 
Esta vez no habrá cueva, ni ánimas, tan sólo una decisión: Cicuta al corazón. Bienvenida al mundo adulto, no más sentimientos, no más dolor, no más cuentos de hadas, no más boas y elefantes, tan sólo un mundo de bridge, de golf, de política y de corbatas.
Por la entrada al frío pantano, donde ningún corazón palpita. ¡Salud!

1 comentario: